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Honda nos propone al WR-V, un nuevo SUV compacto.

La marca Honda desde hace poco tiempo a la fecha ha renovado casi por completo su portfolio. Por cierto, nuestra región recibe algunos de sus modelos que cuentan con una frondosa trayectoria, pero en esta oportunidad quiere atraer la atención del público en general sin contar con un grupo etario específico, que gusta de este nuevo estilo de movilidad: un SUV del tipo compacto que le permita acceder más fácilmente al tráfico citadino y que su apetencia por la recreación fuera de la ciudad se vea satisfecha.

Cuando a simple vista un producto llama mucho la atención, significa que “promete” tener una muy buena aceptación, no solo por lo que se puede apreciar en lo estético, sino que cuando se dispone de una historia repleta de excelentes rendimientos y buena calidad que avalan la preferencia, pone sobre la mesa un producto que las trae en todos los sentidos. Para ponerlos un poco en situación, este nuevo B-SUV compacto tiene un concepto del tipo global. Tan es así, que a comienzo del presente ejercicio fue presentado y se empezó a comercializar en India con el nombre de “Elevate”, mercado muy demandante de este tipo de vehículo. Y más recientemente, lo hizo en el mercado japonés, pero con el nombre WR-V.

A nuestra región le falta un poco todavía para contar con su presencia, previendo una fabricación para el 2025 en la planta de Itapirina que Honda tiene en Brasil; a este nuevo proyecto se lo conoce bajo el código 3UT. Se utilizaría la misma plataforma que ya cuenta para producir al City (tanto al sedán como al hatchback), pero por supuesto con algunas adaptaciones. Por lógica, este nuevo B-SUV viene a reemplazar al ya conocido por nosotros WR-V que deriva del Fit y que es conocido por nosotros. Las medidas con las que va a contar son: longitud total de 4.31 metros, ancho 1.79 metros, alto 1.65 metros y una holgada distancia entre ejes que alcanza los 2.65 metros. Estas cotas anticipan un habitáculo lo suficientemente amplio, y sobretodo el volumen de capacidad de carga, que dispondría de unos generosos 458 litros. Ahora bien: si recordamos cuales son las medidas con las que cuenta la nueva HR-V (hermana “teóricamente” un poco más grande) son casi similares, con la salvedad que la distancia entre ejes es menor. Esta curiosidad que remarco tiene su explicación, y pasa por el nivel de equipamiento, las terminaciones en general y por sobre todas las cosas, el nivel de sofisticación. Para dar un pantallazo a las consideraciones subjetivas, es decir a su estética exterior, presenta una figura donde predominan las formas más cúbicas con trazos bastante rectos. En particular, me agrada y cuenta con un diseño moderno, atractivo y que representa robustez. Su parte frontal tiene una gran parrilla octogonal acompañada en sus extremos superiores por unas ópticas que podrían definirse como alargadas (de forma rasgada) con un aplique superior cromado que continúa con el detalle cromado que separa el capot de la parrilla. Más abajo encontramos otra parrilla horizontal del tipo trapezoidal y un protector plástico en negro que recorre todo el perímetro bajo del vehículo, como es costumbre encontrar en los SUV. Y justo en la parte frontal y en el paragolpes trasero, vemos otro plástico en aluminio satinado que realza un poco su imagen. Completa el cuadro frontal, unos apliques en negro en sobre relieve, donde se alojan los neblineros. Mas allá de la similitud (o aires) de formas con sus contrincantes como lo pueden ser el Hyundai Creta, el Nissan Kicks o el Toyota Yaris Cross europeo, desde su perfil vemos volúmenes bien definidos y armoniosos, con formas bastante cuadradas. Desde atrás apreciamos una abultada y marcada definición de “hombros” de los guardabarros, con una definición de líneas un poco más suaves que las frontales y con una luneta con dimensiones considerables. Resalta la franja horizontal acrílica que se ensambla con las ópticas de forma tridimensional que presentan una forma de “L” acostada y que su volumen se aprecia cuando se las observa lateralmente.

Respecto al diseño del habitáculo, sin dudas destaca su aspecto sobrio y simple a la vez, pero con buen acabado general acorde con los de su segmento. Por supuesto que los acabados van a diferenciarse de acuerdo con el nivel de equipamiento propuesto por la marca según las diferentes versiones, pero el tablero de instrumentos comparte integración analógica y digital, mientras que la pantalla digital táctil central es del tipo flotante con una dimensión de 10.25 pulgadas. El equipamiento es bastante completo, contando con climatizador automático, techo solar, cargador inalámbrico, cámara de retroceso entre otros. Y en lo que respecta a la seguridad, seguramente se hará presente el paquete de asistencias a la conducción que la marca denomina Honda Sensing, con velocidad de crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia alerta de cambio de carril y asistente de mantenimiento del carril, y las luces altas automáticas. Veremos si punto ciego y tráfico cruzado se harán presentes dentro del menú de ofertas.

En cuanto a la oferta motriz, por el momento sólo fue confirmado el conocido motor de combustión interna de 1.5 litros i-VTEC que ya comparte con el City, y que entrega 122 CV de potencia y un torque de 14.8 Kgm. Éste puede ir hermanado con una caja manual de cambios o con la conocida caja automática del tipo CVT. Nada se comenta, al menos por ahora, si se contará con alguna alternativa de hibridación. Veremos. Bueno, hasta acá con los datos que hemos podido averiguar. Considero oportuno mencionar que, con este nuevo producto, la estrategia de Honda es competir en el segmento que desde hace mucho tiempo es el más competitivo del mercado: el de los B-SUV´s.

Cuenta con la trayectoria, experiencia y tecnología suficiente para hacerle frente a sus competidores más destacados, y como es de esperar, la competencia va a ser feroz con la certeza que los únicos beneficiados somos nosotros, los futuros propietarios cada vez más demandantes de tecnología, seguridad y versatilidad de los productos en general.

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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