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Cada marca de vehículos enfrenta la crisis de provisión de semiconductores de diferente manera: BMW tomó una decisión.

Independientemente de la región donde nos encontremos, no es una novedad comentar que estamos en plena crisis de provisión de microchips, elemento pequeño en cuanto a sus dimensiones pero de vital importancia para ser utilizado como parte del corazón de la ingeniería electrónica que permite manejar y administrar toda la tecnología necesaria para poder vincular inteligentemente la voluntad y destreza del conductor con los sistemas y las ayudas que brindan seguridad a la hora de poder disfrutar del manejo.

Mucho se ha comentado al respecto, pero básicamente esta situación se generó como consecuencia de un cambio de hábitos debido a la pandemia que hasta hoy nos afecta. Esos cambios produjeron directamente un replanteo de estrategias en la planificación de la producción de vehículos que se tradujeron casi inmediatamente en un cambio en los requerimientos. Esto generó un replanteo por parte de las empresas que fabricaban este tipo de chips, que a su vez concretaron un redireccionamiento de su esfuerzo en una nueva demanda generada por el “encierro” de los trabajadores y público en general, que necesitaban más y nuevas herramientas modernas para realizar un nuevo estilo de trabajo domiciliario: el “home office”. Para tal situación, se iban a necesitar más notebooks, elemento que elevó drásticamente la demanda a nivel global para poder seguir en “actividad” y perjudicar lo menos posible la economía, cosa que sí aconteció. Este apoyo a la nueva demanda, calmó las necesidades reales, pero con la apertura de un nuevo ciclo de producción vehicular, la industria automotriz encuentra un verdadero escollo para el completamiento de sus nuevas unidades, que a su vez incorporan mucha tecnología ante la demanda de los usuarios y el nuevo sendero hacia la tecnología de la locomoción híbrida y eléctrica. Revertir esta situación de demanda y producción de chips, requiere de un tiempo importante; a este aspecto hay que sumarle el hecho que la concentración de la producción de los mismos proviene del continente asiático. Es lógico pensar, que un camino aliviador de la situación, pasa por abrir nuevas empresas. Y en este sentido, desde hace muchos meses las empresas vienen tratando de sortear esta escasez con diferentes alternativas. En particular, BMW buscó una solución que no sólo es coyuntural, sino que encara este desafío en pos de asegurar en un futuro la provisión de este tipo de elementos para su futura producción de vehículos. Su estrategia se asienta, entre otros aspectos, sobre un acuerdo que acaba de firmar con la empresa Global Foundries radicada en EEUU y con INOVA Semiconductors, cuya sede se encuentra en Münich, muy cerca de su casa. De esta manera, BMW se asegura la provisión de millones de chips y microchips al año por parte de ambas empresas para abastecer la demanda de su grupo integrado por BMW (vehículos), MINI, Rolls Royce y BMW Motorrad (motos). Queda claro que esta movida por parte de la marca alemana, rompe esa “dependencia” en este tipo de productos con China, sin descuidar que estratégicamente es una decisión muy importante, ya que la futura provisión no solo debe estar asegurada, sino que puntualmente este tema reviste un carácter de suma importancia. Las causas son muchas, pero la independencia de ciertos resortes es vital a la hora de los futuros desarrollos, ya que sin descuidar lo que pasa hoy, seguramente la concepción de los futuros vehículos está enfocada casi exclusivamente con la tecnología necesaria para incorporar sistemas y actualizaciones de los mismos por nube, partiendo de la compra de una unidad con equipamiento tecnológico base, y posteriormente se podrán adquirir paquetes con sistemas en forma definitiva o en forma temporal a modo de alquiler. De esto poco se habla, pero es algo que viene. De ahí que la visión estratégica de cierta independencia de proveedores chinos tome tanta relevancia. Con este nuevo marco de acuerdos, BMW asegura compatibilidad de los nuevos chips con la tecnología LED Inteligente denominada “ISELED”, que inicialmente será incorporada en el nuevo BMW iX y que progresivamente se irá incorporando al resto de los modelos. Este reaseguro de provisión e independencia logística, permite que el grupo BMW AG disponga de una sincronizada planificación entre la línea de producción en las diferentes plantas ubicadas en las distintas regiones, con la certeza de contar con los suministros esenciales, en especial con los desarrolladores y fabricantes de los semiconductores. Los avances tecnológicos requieren de especial atención, ya sea en el sentido de cubrir tanto la iluminación ambiental del habitáculo, como lo es el hecho de asegurar la confiabilidad en el desempeño de los sistemas de asistencia a la conducción y de la futura conducción autónoma: por ello se necesita de este elemento tecnológico que reviste el carácter de indispensable. Para cubrir lo concerniente a los sistemas y asistencias a la conducción, BMW firmó hace poco un acuerdo marco con la empresa Qualcomm, la que le proveerá los semiconductores vinculados a estas funciones. Si algo debe preocupar a los directivos, es mantener el prestigio alcanzado en la vasta trayectoria de la marca, transmitiendo al actual y al futuro usuario de ella, perseverancia en la constante evolución en pos de la seguridad de sus productos, con el estandarte bien alto de toda marca que se tilda de premium.   

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Alberto Mario Kuchen

Apasionado por los autos. Familiarmente vinculado a este maravilloso mundo y al de las carreras de autos: mi padre que corrió en la década de los años 60 con el seudónimo de Sandokán. Como Ingeniero Mecánico Aeronáutico, la tecnología en pos de la seguridad y la mejora continua, siempre llamó mi atención. Mi compromiso con ustedes para compartir e investigar en todo lo que viene.

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